Al final de la Edad de Piedra, el Paleolítico, nace un orden fundado en sus principios que se concretó con la ley del Talión, cual al no permitir hacer más mal que el causado, resulta un avance en las instituciones represivas. De esta ley se desconoce el lugar y el tiempo exacto de su nacimiento. La ley del Talión reza así: “Alma por alma, ojo por ojo, diente por diente, mano por mano, pie por pie, quemadura por quemadura, llaga por llaga, cardenal por cardenal”, “tal pena cual delito”, esto es lo que significa la palabra Talión. Lo que pretendía tal ley era castigar, más que a un cuerpo, el alma del delincuente, hacerlo sentir arrepentido de su delito. Este esquema cambió con la influencia del derecho germano y la acción de la Iglesia Católica en la Edad Media. Pero vemos que Foucault vuelve a castigar el alma o la psiquis humana: el tormento de saber que estás siendo constantemente vigilado castiga tu mente y transforma tu cuerpo en un “cuerpo dócil”. ¿Realmente es justo el sistema que hoy en día se implementa en las cárceles de nuestro país?, ¿sirve de algo tan sólo encerrar a la gente en la cárcel, o merecen castigos más severos como la ley del Talión? A mi parecer, el mundo era más justo en el Paleolítico. Si un delincuente cometía un delito, posteriormente experimentaba en carne propia el sentimiento del que fue atacado. Hoy los criminales parecieran no conocerlo, ignorarlo. Sólo digo pareciera porque se me viene a la cabeza la cifra de reincidencia criminal de las cárceles chilenas.
D. H.
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6 comentarios:
Interesante las proyección establecida en la entrada sobre el tema de las cárceles. Existe un dicho "el pasado es mejor que el futuro", sobre todo en la justicia hoy no basta con que el delincuente esté 10 ó 20 años en la cárcel ya que nada nos asegura de que vuelva a cometer delitos. Debe ser un castigo tanto psicológico como físico (encierro).
Basta con ponerse en el lugar de la víctima ¿que pasaría si matarán a un ser querido?, ¿qué pasaría si violaran a un hijo?.En este caso no estoy de acuerdo con trasnformar un cuerpo dócil ya que es un castigo más físico que psicológico y en realidad se trata de que el delincuente reflexione lo que hizo y no juntar rabia en el encierro.
Totalmente de acuerdo.
En el medio y lejano oriente se usan algunos métodos parecidos, que si bien son bastante duros, FUNCIONAN.
Mi abuelo fue a la India de vacaciones y nos contó que entró con más gente que iba con él en el tour a una Joyería. Lo primero que les llamó la atención es que TODAS las joyas estaban ahí, al alcance de todo público. La seguridad era mínima. Fue tanta su inquietud que le preguntó al vendedor (en inglés, claro) cómo controlaban los robos. El vendedor le dijo: acá nadie roba. Si pillamos a alguien robando, entre todos se les pega y les cortan una mano.
Así de simple. Si acá a cada ladrón que pillen cartereando en el centro le cortaran una mano, te aseguro que despues de unas diez o veinte manos cortadas, se acabarían los robos.
El punto es quizás que, como buenos chilenos, si se dan cuenta que al robar ponen en riesgo sus manos, buscarán otro método para burlar a la ley. Pero ahi veremos que más podemos cortarles.
Felipe Zerené
Retomando el dicho que dice "Que todo tiempo pasado fue mejor..." pareciera ser que esta frase cobra cierta veracidad al compararla con la situación de las carceles de hoy.
Resulta lamentable ver como los delincuentes entran y salen de las carceles como si hubiese una puerta giratoria, disminuyendo cada vez mas el respeto por la ley. Y todo esto pasa por un tema de conciencia, al saber que las penas son menores y que nunca seran igualables al delito cometido, les da cierta libertad para cometer diversos crimenes, desconfigurandose asi cualquier escala de valores o respeto por la sociedad. Es en situaciones como estas que me gustaria que la ley del Talion se hiciese efectiva, de seguro los delitos disminuirian considerablemente.
Por el momento, si quereremos progresar, debemos hacerlo desde una retrospeccion que nos permita aprender y revalorar nuestro pasado, y quizas modificar y reacondicionar a nuestra realidad leyes tan prehistoricas como la ley que dice "Ojo por ojo y diente por diente"...
*Alejandra*
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Me parece más compleja aún la cuestión de los castigos dentro de las sociedades, y creo importante entender el tema completo. invirtiéndolo, en muchos casos el robo o delito de apropiación ilícita se torna un modo de supervivencia, en un mundo (sociedad) percibido como adverso, injusto y por lo tanto como un contexto que se transforma en una contraparte de carácter negativo contra la que hay que luchar. Y ese mundo corresponde a personas, leyes, sistema, etc. De ese modo ¿Cómo se castiga o se logra hacer entender a alguien, que ya dejó de lado toda reflexión moral, que su lucha de supervivencia es negativa para la sociedad? Porque el castigo, por un lado pretende proteger a la victima o potenciales futuras victimas, pero también pretende que el elemento internalice la graverdad de su acto para que evite volver a realizarlo.
¿Cómo se logra?
Luis Hevia
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