Si miramos la Comunidad de Pirque, basándonos en el pensamiento de Foucault, podremos reconocer que ésta, se caracteriza por descubrir, o incentivar, en cada uno de los individuos que la componen sus capacidades y comportamientos más acordes y útiles, produciendo seres dóciles y moldeables para el funcionamiento de la comunidad como la motivación final. Sus integrantes recalcan que no existen lideres y que la libertad, tanto individual como colectiva es imperante pero no debemos negar que existe una disciplina que es usada como instrumento de control para que las labores y trabajos sean llevados a cabo por quienes corresponde y en un horario determinado.
En el plano de la autorregulación, se sirvió del Poder Pastoral. Dicho concepto hace referencia a cómo la Comunidad integró una antigua forma de poder creada por las instituciones cristianas. Éstas se relacionan con los individuos y la comunidad de forma pastoral, es decir, se preocupa de todos y cada uno por separado durante toda su vida, para asegurar su salvación en el más allá. Dicho poder se ejerce explorando, guiando las almas y conciencias de los individuos produciendo una verdad de sí que, generalmente difiere absolutamente de la imperante en el mundo “exterior”, vale decir, en el del resto de la sociedad.
La Comunidad de Pirque, con sus pro y sus contra asimila de manera exacta lo planteado por Foucault, esto claramente en distintas escalas convirtiéndose así en una “microempresa Foucaulteana”.
Francisca Maturana
En el plano de la autorregulación, se sirvió del Poder Pastoral. Dicho concepto hace referencia a cómo la Comunidad integró una antigua forma de poder creada por las instituciones cristianas. Éstas se relacionan con los individuos y la comunidad de forma pastoral, es decir, se preocupa de todos y cada uno por separado durante toda su vida, para asegurar su salvación en el más allá. Dicho poder se ejerce explorando, guiando las almas y conciencias de los individuos produciendo una verdad de sí que, generalmente difiere absolutamente de la imperante en el mundo “exterior”, vale decir, en el del resto de la sociedad.
La Comunidad de Pirque, con sus pro y sus contra asimila de manera exacta lo planteado por Foucault, esto claramente en distintas escalas convirtiéndose así en una “microempresa Foucaulteana”.
Francisca Maturana