lunes, 14 de mayo de 2007

¿Microempresa Foucaulteana?

Si miramos la Comunidad de Pirque, basándonos en el pensamiento de Foucault, podremos reconocer que ésta, se caracteriza por descubrir, o incentivar, en cada uno de los individuos que la componen sus capacidades y comportamientos más acordes y útiles, produciendo seres dóciles y moldeables para el funcionamiento de la comunidad como la motivación final. Sus integrantes recalcan que no existen lideres y que la libertad, tanto individual como colectiva es imperante pero no debemos negar que existe una disciplina que es usada como instrumento de control para que las labores y trabajos sean llevados a cabo por quienes corresponde y en un horario determinado.
En el plano de la autorregulación, se sirvió del Poder Pastoral. Dicho concepto hace referencia a cómo la Comunidad integró una antigua forma de poder creada por las instituciones cristianas. Éstas se relacionan con los individuos y la comunidad de forma pastoral, es decir, se preocupa de todos y cada uno por separado durante toda su vida, para asegurar su salvación en el más allá. Dicho poder se ejerce explorando, guiando las almas y conciencias de los individuos produciendo una verdad de sí que, generalmente difiere absolutamente de la imperante en el mundo “exterior”, vale decir, en el del resto de la sociedad.
La Comunidad de Pirque, con sus pro y sus contra asimila de manera exacta lo planteado por Foucault, esto claramente en distintas escalas convirtiéndose así en una “microempresa Foucaulteana”.

Francisca Maturana

4 comentarios:

Rubí dijo...

Original perspectiva, muy foucaultiana por lo demas, esto es, ver la posible salida, como parte del mismo sistema. R

Margarita dijo...

Me parece una buena entrada, como comentario me pregunto si es que no todo es una empresa foucaulteana

criticaespacio dijo...

Al parecer sí, todo o casi todo podría ser tomado como una empresa foucaultiana, ya que al estar inversos en una sociedad como la nuestra tendemos a ser "criados" o mejor dicho enseñados en un mundo donde rige la docilidad. Todos nos hemos vistos inmersos en colegios donde el educar es a modo de cuerpos dóciles, incentivados a aprender para luego producir, podríamos agregar también ¿Empresa capitalista?, el punto aquí es que vemos en esta comunidad, un grupo de personas regidas por estos principios que claramente podrían ser un ejemplo mínimo de lo que es el mundo en general, son una muestra tomada para probar como funciona la sociedad a mayor escala. La única diferencia que hay entre ellos y lo que podríamos decir “nosotros” es como dejo ver en mi entrada el poder pastoral que se ejerce en la comunidad que hace a los miembros de ésta poseer una verdad de sí que el exterior no necesariamente posee. Me gusto tu comentario creo deja que pensar, tal vez esa podría ser una próxima entrada.
F.M

Coke dijo...

Esta claro que la comunidad ecológica funciona de manera similar a la sociedad urbana capitalina. Los objetivos adquieren un matiz trascendental al tratarse de una opción motivada por una elección espiritual, y no de producción de dinero como sucede en la capital. Lo terrorífico que se da en este tipo de organizaciones es que el control ya no lo ejerce una entidad superior, sino que el fiscalizador puede llegar cualquiera de los que participan de la comunidad. Esto porque ya no se castiga el hecho negativo, sino que se castiga la intención, es por eso que se dice que pasamos de las sociedades penales a las sociedades de control, en donde el Panóptico se erige como un sistema patente en la vida del ser humano de nuestra época.