miércoles, 25 de abril de 2007

Del castigo público al "hotel carcelario"

Mirando las imágenes que aparecen en el link al final de la entrada, cualquiera podría decir que más que un castigo, esto es un agrado. El siglo XXI, con todos sus avances, ha traído consigo también la transformación de un modelo del s. XX, el "panóptico".
La vigilancia, es decir, la constante observación del individuo, se ha convertido en un mero fetiche para los "castigados". Las comodidades que ofrece el "hotel carcelario" son mayores que las de sus propias casas, lo que provoca en el preso una indiferencia respecto a la vigilancia.
La temible vigilancia constante, planteada por Foucault, pasa a segundo plano cuando las comodidades ofrecidas por el recinto carcelario cubren todos los ámbitos de las necesidades tan satisfactoriamente.
Pareciera ser que el siglo XXI ha formado una sociedad que no teme ser vigilada, sino más bien, que ha aprendido a vivir de esa forma.
Nos hemos transformado en una sociedad que defiende a tal punto los derechos humanos (incluso los de los que debieran ser castigados) que hemos dejado de "vigilar y castigar", reemplazando este método por el aislamiento de los "castigados" en "hoteles carcelarios"

Daniela Herrera
Francisca Maturana

http://www.hohensinn-architektur.at/jz_leoben.html
Estas son imágenes de una cárcel de Austria.

13 comentarios:

Unknown dijo...

Realmente las felicito. Me gustó mucho el tema que encararon en su Blog, y la forma, ciertamente audaz, en que lo hicieron. Resulta abrumador, y me atrevería a decir que casi aterrador, las condiciones en que se encuentran estos presos, por el hecho de que les ponen al alcance tantas comodidades ¡Se encuentran tan cómodos que así cualquiera quisiera estar preso! Tal como ustedes lo plantean, es un verdadero hotel para cualquiera. Así claro, como plantea Foucault lo de la temible vigilancia constante, quizás para este siglo, a causa del surgimiento de este tipo de cárceles, la situación no sea ya tan temible sino más bien indiferente y hasta cómoda.

francisca dijo...

La privación de la libertad, así como el exilio, deben ser los mayores castigos que puede sufrir cualquier ser humano y por muy moderno y sofisticado que sea el entorno en que se lleva a cabo, no minimiza el dolor y la desesperación que significa perderla. La libertad es un derecho propio del hombre pero como tal también exige deberes y cuando estos son trasgredidos ameritan un castigo. Todos nuestros actos traen consecuencias y sabemos, racionalmente, que debemos ser responsables de ellos, sin embargo, eso no nos exime de subjetivarlos, buscar argumentos y respuestas para justificar el porque de ellos pero ese juicio deja de pertenecernos cuando la libertad de terceros se ve afectada, siendo otros quienes deciden la sanción que debemos pagar. Con respecto a lo planteado por Foucault, en la medida que este tipo de cárceles, que actualmente es única en el mundo, sea un común denominador será una teoría obsoleta y carente de sentido.

Unknown dijo...

En la antigüedad, en tiempos de Sócrates y la polis griega había una instancia de reclusión que puede ser vista como un antecedente a esta cárcel, y es que en el Pritaneo los reclusos gozaban de grandes beneficios y de escasa vigilancia (ahora bien este recinto fue único en su tiempo y exclusivo para los aristócratas que cometieran faltas). Varios siglos pasaron y la cárcel era cada vez más dura y más vigilada, algo bastante lógico si consideramos ideas como la de Foucault en que se consideraba a la vigilancia el mayor castigo al que se podía someter a alguien. Esto se debe a que en el transcurso del tiempo el estado de derecho estaba en plena formación y con tal de sostener el pseudo-orden lo máximo que se pudiera era necesario reprimir.
Hoy la situación ha cambiado radicalmente, nuestro estado de derecho moderno ha llegado a un nivel de complacencia general tal que la idea de Foucault se aprecia obsoleta, perdida en el tiempo y reemplazada por una nueva idea, algo más amable en el papel, la idea de la educación como método de reforma, una educación que busca dar un rumbo nuevo a las vidas de reclusos para que sean más productivos que antes y que sea la palabra empeñada y no la ley del ojo vigilante la que se imponga finalmente.

LaCostaBrava dijo...

vuestra hipótesis me resultó bastante interesante, pero eché de menos el desarrollo de los argumentos.

(me tuve que registrar para postear, deberian poner alguna opción para que los que no tienen cuenta aquí puedan comentar libemente)

Rubí dijo...

No por ser de oro una jaula deja de ser una jaula.Ahora lo que me parece interesante de lo que proponen es observar algo que ya Foucault propone a partir del modelo aquitectonico del panóptico que es determinar los otros hoteles carcelarios que puedan existir.
Me parece curioso tambien la estimacion de que las multiples comodidades aminorarian la sensacion de encierro. Habria que preguntarle a Contreras o a otros ilustres que han tenido ese privilegio.
En fin, abordan un tema que provoca disenso y polémica, que bueno.

Fran dijo...

mmm le encuentro razón a la profe cuando dice "no por ser de oro una jaula deja de ser una jaula".

de hecho, creo que el tema del panóptico pasa a ser más escabroso aún cuando lo extrapolamos más allá de la cárcel y la pena carcelaria.

¿qué pasa con nuestras propias cárceles internas? ¿con la censura, la opresión, la represión? esos también son encierros y destierros, pero más peligrosos aún, porque son aquellos de los cuales menos damos cuenta, precisamente por ser producto de constructos mentales y no físicos. creo que ése es el punto más sensible cuando hablamos de un panóptico y un ojo invisible que está presente no sólo cuando te encierran en una cárcel, sino en cada uno de nuestros actos y movimientos en la vida diaria.

saludos.

criticaespacio dijo...

tenemos muchas cosas que comentar.
Primero, estamos muy felices de que se haya complido nuestro objetivo principal que era generar polémica. Segundo, no pretendemos convencerlos de lo que nosotros pensamos, sino que uds. mismos sean capaces de cambiar sus ideas por las discusiones dadas en el blog. Tercero, esta es sólo una entrada de presentación y les aseguro que muchos cabos sueltos serán atados a medida que sigamos publicando.
Se les agradece profundamente la motivación, estamos en contacto...
atte...
CRITICAespacio

Rubí dijo...

Comentario a la introduccion del blog
¿por que se observa el siglo xxi desde el siglo XX? ¿no son ustedes mujeres del siglo XXI? ¿acaso la teoria y cualquier otro texto literario no se actualiza en la medida que pasa el tiempo?. Por otro lado, la carcel de lujo ni por un momento cuestiona las teorias de Foucault, la efecividad de todo poder es que no se note.

Rubí dijo...

Dicen que "no pretendemos convencerlos de lo que nosotros pensamos, sino que uds. mismos sean capaces de cambiar sus ideas por las discusiones dadas en el blog" ¿como piensan hacerlo? ¿podrian ser mas claros respecto a este punto?

Rubí dijo...

Me quede con las ganas de leer las nuevas entradas. Saludos, R

Candelaria Cortés-Monroy dijo...

El título de esta entrada es tan provocador que comencé a leer con ansias. Con la primera oración quedé helada. De inmediato (antes de seguir leyendo) fui al link de las fotos: impresionante.
No puedo llegar a imaginar que con todos esos "privilegios" se pueda disminuir el dolor que implica perder la libertad, la vida viva. La cárcel es como una sociedad comprimida, una sociedad moderna. Es ahí donde se despliegan en su máxima expresión nociones como competencia, mérito, interés, privilegio y conveniencia y donde la "ley del mah vío" regula todos los comportamientos. Sin embargo, viendo el increíble nivel de reincidencia yo me pregunto cuán efectivos son estos mecanismos.
por otro lado, si bien vivimos en una sociedad de mercado que permite que CIERTOS países puedan invertir tales cantidades de dinero en la "comodidad carcelaria", Chile dista mucho de ser un ejemplo de eso, sólo hay que ver la infraestructura con la que se dio el vamos a la nueva ley penal juvenil (ley penal juvenil, otro tema, gracias por dar el pie a la discusión).

criticaespacio dijo...

Mucho que comentar, sin duda nuestra entrada más polémica. Creo que podemos o puedo reconocer que en ésta entrada erramos dejando libremente mucho a la interpretación del lector, esperando que éste leyera entre líneas algo que simplemente no se deja ver, quizás por ser un tema que trae consigo mucho "sentimiento". Al crear ésta entrada nuestra intención jamás fue el desmerecer el encierro, es decir, mirar la coartación de libertad como un mero detalle; nuestro punto era mostrar como la vigilancia pasaba a un segundo nivel al encontrarse un castigado en un “hotel carcelario”. Creo firmemente que una de las cosas más terribles que puede sufrir un ser humano es la privación de la libertad, pero ésta como privación a sus derechos, a su autonomía, lo que excluye la vigilancia. Me explico, a lo que quisimos hacer referencia en esta entrada introductoria de nuestro blog, fue a la sensación de ser vigilado, que claramente pasa a un segundo y quizás tercer grado de importancia en estos lugares tan privilegiados para los presos. Sin duda creo, ojala nunca sepa, que la vigilancia no debe ser la mayor preocupación de la persona encarcelada, pero leyendo a Foucault éste plantea la vigilancia como castigo, lo cual aquí no se cumple pues la vigilancia es convertida en un mero dato en la cárcel. Los presos no sienten el castigo por ser vigilados si no más bien por ser encerrados, la pérdida de libertad en este caso excluye la vigilancia, no se si se entiende pero es lo que esperábamos expresar.

F.M

criticaespacio dijo...

Candelaria: no me voy a referir al tema de la privación de libertad porque
mi compañera ya lo hizo. Si encuentro que vale la pena discutir acerca de la
reincidencia de los delincuentes de nuestro país. Nuestras cárceles están
llenas de presos reincidentes, ellos son los que ocupan casi la totalidad de
las cárceles dejándoles poco y nada de espacio a los presos "novatos". No
quiero ni imaginar como se daría este femonemo si las condiciones de
nuestras cárceles, en vez de ser deplorables, fueran como las del hotel
carcelario.
"La cárcel es como una sociedad comprimida, una sociedad moderna. Es ahí
donde se despliegan en su máxima expresión nociones como competencia,
mérito, interés, privilegio y conveniencia y donde la "ley del mah vío"
regula todos los comportamientos." Tú misma lo mencionas, la cárcel es una
maqueta de nuestra sociedad, lo que sucede ahí dentro también sucede afuera,
es la ley del más fuerte, lo que conocemos también como la ley de la selva,
el que no se la puede queda en el camino, y mala suerte no más. Nadie te
ayuda , nadie está dispuesto a postergarse a sí mismo por alguien más. Es
lamentable, pero es cierto, y vemos que sucede en todo orden de cosas.
Gracias por tu comentario.

D.H.